lunes, 6 de abril de 2009




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Como nadie supo escucharla cerró su corazón, decidió que nadie mas le iba a mentir, que nadie le iba a vender cuentos de hadas, ni mucho menos miradas a un futuro lejano. Ella no creía en nada. Todo se quedaba quieto en su lugar, personas que salpicaban
risas, risas detenidas, risas disfrazas, pero que no juraban nada. No iba a guardas esas risas, no iba a invitar a que trepen al balcón. Pero una noche no sabe porque una risa le cantó una canción. No había muchas vueltas que darle, su canción le agradaba, la hacía sentir bien. Pero no dejó que esto le ganará, cruzó los dedos, ella sabía que así jamás se iba a enamorar...
ERROR! No manejamos sentimientos, no medimos cuando damos. No sabemos bien que hay del otro lado, ella quería saber, ella se exigía a averiguar, pero era cobarde, el miedo la sumergía en ese no QUERER SABER, en ese ASÍ ESTA BIEN. El corazón no deja de latir por más que querramos, entonces apostó... Se puso metas en su cabeza, "estaré con esa risa un mes, si todo va bien, serán dos" Y pasó un mes, dos, tres... Y era todo perfecto, nada la lastimaba, Él la cuidaba. No había nada que podía fallar. Él era un loco, si... no soñaba, o parecía demasiado normal para ella, él tenía los pies sobre la tierra, a ella no le gustaba eso, pero sabía que era necesario... Hoy la risa es lo que le da fuerzas, ella le contagió su locura, él su estabilidad... su paciencia, su serenidad... Hoy los miedos golpean la puerta, nos divierten un rato y se van. Ellos saben que esto no va acabar, ellos anhelan llegar juntos al final... Ambos se aman, son felices y obviamente no necesitan nada.