miércoles, 23 de marzo de 2016

no ver

Puedo mirar el sol y cegarme por horas, puedo sostenerme con un paraguas invisible y cantar canciones al revés. Quizá me cueste más que a vos estudiar, o ser abandera de mi pasado. Pero no puedo caminar en zigzag siguiendo tus pasos. Elegimos caminos distintos, atajos más pedregosos, o demasiadas subidas para nuestras piernas cansadas.
Cuando miro el sol, veo la felicidad,  me siento viva, se me  van calentando las mejillas, los párpados pasan de naranja a rojo,  de rojo a rojo brillante, destellos, colores, calor, rojo, naranja, rojo de nuevo. Por horas paso encandilada, respiro sus propios rayos, siento transfusiones de energía de una manera única y necesaria.
Abro los ojos y descubro que no puedo identificar objetos, no puedo ver nada claro  y tengo una sensación de felicidad distinta. Y ahí estas VOS fugándote de planes, huyendo de salidas, viviendo otros encuentros. Puedo verte feliz, entero sin mi, puedo saberme feliz porque lo sos. Te veo alejado de algo que alguna vez fue lo mismo que pisamos. Te veo hundido en mis proyectos que se convirtieron proyectiles. Y lo peor de todo es que me veo esquivando las minas que yo misma planté. ¿Quién levanta el trapo blanco? ¿Quién se hace el superado más temprano?
Quiero vivir con la sensación del sol, quiero cegarme y ver naranja, quiero sentir que hay un plan, sano y vivo. No quiero abrazarme a ojos nuevos, ni palabras dulces, no tengo ganas de empezar de nuevo, no tengo fuerzas para detener tanta nube. No se vos que pensas, quizá si me leyeras los labios no estaríamos más acá, tan estancados, tan atados.

Si quiero mirar el sol, ¿Por qué cierro los ojos?.-