Puedo mirar el sol y cegarme por horas, puedo sostenerme con
un paraguas invisible y cantar canciones al revés. Quizá me cueste más que a
vos estudiar, o ser abandera de mi pasado. Pero no puedo caminar en zigzag siguiendo
tus pasos. Elegimos caminos distintos, atajos más pedregosos, o demasiadas
subidas para nuestras piernas cansadas.
Cuando miro el sol, veo la felicidad, me siento viva, se me van calentando las mejillas, los párpados
pasan de naranja a rojo, de rojo a rojo
brillante, destellos, colores, calor, rojo, naranja, rojo de nuevo. Por horas
paso encandilada, respiro sus propios rayos, siento transfusiones de energía de
una manera única y necesaria.
Abro los ojos y descubro que no puedo identificar objetos,
no puedo ver nada claro y tengo una
sensación de felicidad distinta. Y ahí estas VOS fugándote de planes, huyendo
de salidas, viviendo otros encuentros. Puedo verte feliz, entero sin mi, puedo
saberme feliz porque lo sos. Te veo alejado de algo que alguna vez fue lo mismo
que pisamos. Te veo hundido en mis proyectos que se convirtieron proyectiles. Y
lo peor de todo es que me veo esquivando las minas que yo misma planté. ¿Quién
levanta el trapo blanco? ¿Quién se hace el superado más temprano?
Quiero vivir con la sensación del sol, quiero cegarme y ver
naranja, quiero sentir que hay un plan, sano y vivo. No quiero abrazarme a ojos
nuevos, ni palabras dulces, no tengo ganas de empezar de nuevo, no tengo
fuerzas para detener tanta nube. No se vos que pensas, quizá si me leyeras los
labios no estaríamos más acá, tan estancados, tan atados.
Si quiero mirar el sol, ¿Por qué cierro los ojos?.-