sábado, 29 de diciembre de 2012

Su rosa.-


El principito enrojeció y después continuó:
—Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que las mire para ser dichoso.
(…)
Pero sucedió que el principito, habiendo atravesado arenas, rocas y nieves, descubrió finalmente un camino. Y los caminos llevan siempre a la morada de los hombres.
  -¡Buenos días! -dijo.
Era un jardín cuajado de rosas.
-¡Buenos días! -dijeran las rosas.
El principito las miró. ¡Todas se parecían tanto a su flor!
-¿Quiénes son ustedes? -les preguntó estupefacto.
-Somos las rosas -respondieron éstas.
-¡Ah! -exclamó el principito.
Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora tenía ante sus ojos más de cinco mil. Todas semejantes, en un solo jardín!
Y luego continuó diciéndose: "Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria”.
Entonces apareció el zorro:
-¡Buenos días! -dijo el zorro.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito.
-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¿Qué significa "domesticar"?
- Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear vínculos... "
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
 -Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Far away

Los días se van apagando, las ganas se nos escapan como golondrinas de las manos. Del fondo se ve una luz dónde ahí estás vos, esperándome con los abrazos abiertos, no cruzando ningún sendero, sin cuestionar, sin tener que salvarme, estás. Estás porque lo elegí, estás porque lo creí necesario, estás porque tenía que ser así. La casa se quedó en silencio, los muebles no me hablan, ni mucho menos bailan. Pero su foto está ahí, siempre sonriente, siempre tan real e inimaginable de tanto amor.. Será un recuerdo ahora, quizás cada vez que escuché aquel piano pueda sonreír sin llorar, quizás el viento no mueva las cortinas para saber que soy libre al fin. 
Ésto es volver a empezar, a creer, a confiar, es poder crecer, sin miedo a caer... Parecía lejana la Navidad para saber que iba a ser vivida así. Son elecciones, son situaciones, raras, pero vividas.-

miércoles, 19 de diciembre de 2012

20-12

No sabía que era un año, mi cabeza no me estaba contando, quizás sí mi estómago.
Me sacas todas las ganas, así como también me las devolvés.

No quiero mis caprichos, ni tu enfermedad, no quiero que me llames y me cortes, no quiero sentir tu olor en otras personas, no quiero estar desesperada porque no se si estás en la Tierra.
No tengo coherencia cuando se trata de vos, no tengo paciencia ni movilidad.
No se si quiero una solución, solo hoy se que quiero andar.


No recuerdo tus ojos, sólo siento tus manos, frías, flacas, hermosas...
Veinte de Diciembre, tendríamos que festejar, y sin embargo te lloro tanto como cuándo era una nena, me duele y mucho.-