Puedo recordar desde que cumplí los veinte hasta este año, puedo saber que AMO festejar y que festejen conmigo, celebrar la vida junto a las personas más importantes es lo más lindo que me pudo y puede pasar.
El agradecimiento es enorme, estoy rodeada de gente maravillosa, que me acompaña hace años y a la vez gente que se me suma en el andar, que nos sumamos. Gente que le pido que se corra un cacho y tantas otras que me empujan de su vida... También les agradezco, porque de todo se aprende.
Si bien los árboles tienen raíces y están "supuestamente" fijos a la tierra, creo en aquellos árboles que presentan como en el señor de los anillos (o algo así) que caminan y hablan, dejando huellas como casi todos en mi vida. Tengo valor de creer en todas las personas, de enamorarme de ellas. En todos veo algo que me encandila y hacen que no quieran que se vayan de mi vida, aunque entiendo que los caminos se bifurcan cosa que más de una vez hiere pero créanme a veces salva.
Obviamente la ausencia fue presente, supongo que sí veintiocho años fue así porque ahora iba a modificarse, pero una nunca pierde ese hilo de esperanza, nunca. El teléfono no sonó ni hubo mensaje de por medio, obviamente soy yo la que opta deducir porque pasa esto y no jugarme por su respuesta... Pero es así, de recuerdos me fui haciendo.
Chau veintiocho fuiste... -tremendo- -agotador- pero no "innecesario", me quedo con todas las fuerzas, el amor y la calidez de cada persona que me pusiste en estos 365 días.
Ahora bien, veintisiempre te haré de goma.-