Espero sentada durante quince años, sabemos que quince años son muchos, pero otra opción no creyó correcta. Vio irse al amor de su vida y no hizo nada, o sí lo hizo todo, ESPERAR...
-"El amor no es eso", le gritaba todo su alrededor, pero no entendía, era como si todos hablasen leguas distintas, era como si sus labios se moviesen pero ninguna palabra sana saliese de entre sus labios.
Los días se volvieron grises a su al rededor, con un sol radiante que iluminaba su habitación. Ella vestía siempre la misma falda que a él le gustaba, la usaba, la lavaba, esperaba y la volvía a usar. No recuerdo haber visto su sonrisa en ese tiempo, no recuerdo haberla visto a ella nuevamente... Todo su ser se había ido con promesas lastimeras, con lágrimas de espera. Ella sabía que las cosas serían así, pero le dolía tanto asumir las verdades. Tardaban en llegar sus sueños, mas de lo que ella esperaba. Tenía un diario, él era el único que sabía sus verdades, eso creía ella, todos sabían su amor, el brillo de sus ojos cuando lo veía, cuando hablaba de él, y no le importaba.
Su amor el mar la abrigaba, la embriagaba cada noche no para olvidar, sino para acompañarla en su espera, en su dolor, en su amor...
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