martes, 24 de febrero de 2009

...sin titulo alguno




Y la vida nos entrelaza, nos une con esas miradas. ¿Qué sería la vida sin esa pequeña caricia al alma? ¿Acaso la oscuridad no invadiría cada mínimo espacio de esa terrible parcela? ¿Por qué tan sólo una mirada penetra más que miles de palabras? ¿Porqué callamos más veces de las contadas? ¿Qué nos pasa? ¿Qué no nos pasa?
Un día cualquiera te miras al espejo y te das cuenta que perdiste más de los que habías creído, que no sólo caminabas en una cuerda floja sino que tenías un paraguas en la mano izquierda... Caminar en puntas de pie para no hacer ruido, descalzos para no ensuciar las dulces medias blancas. Comprarse esa capa para volverse invisibles a todos, a nada... a uno mismo. ¿Por qué obligamos a odiar el odio? ¿Por qué la palabra rencor suena ácida? ¿Por qué la vida no nos presta esa taza de azúcar en días tan jueves, tan grises? Que no hicimos para no esta abrazando al deseo eterno de que cualquier día puede ser el más feliz... Como cambiamos las palabras para decir hoy no puedo, hoy no quiero y peor aún el SI! Como cuesta juntar esas fuerzas para girar sobre nuestro propio eje; como no nos sabemos dejar llevar por la suave brisa de la lluvia, de un mimo, de un saludo, nuevamente de una mirada... ¿Por qué aborrecemos la sequía del alma? Siempre pidiendo sol a gritos cuando nos sentimos inundados de tantas lluvias... ¿Por qué no nos estabilizamos facilmente? ¿Por qué luchamos? Por dos remos, un bote, un yate? Simplemente algo que nos lleve lejos de la tempestad del alma, de esa soledad incandescente... Hoy me puse a pensar y todo cuesta tanto y tan poco a la vez...

1 comentario:

  1. El día que encontremos las respuestas a todas las preguntas que alguna vez nos hicimos, el día que el reflejo en el espejo nos devuelva una cara conocida, el día que sepamos decir con seguridad cómo, dónde y por qué... sobretodo por qué! uno de esos por qué que fueron enterrados para no perturbar la calma, esos por qué con los que luchamos para que no salgan a la superficie por miedo a que la respuesta que traigan de la mano no nos guste, los por qué que disfrazamos con rencores para no ser respondidos, que enmascaramos con orgullo para no ser preguntados.
    Ese día, el día en que cada acontecimiento ocurrido y por ocurrir por fin tenga sentido, el destino, que siempre sabe muy bien lo que quiere, pero a veces se confunde al elegir sus instrumentos, va a jugar su carta preferida, su crueldad vestida de paradoja y nos va a dejar con los puños llenos de verdades que no llenan ningún espacio, que construyen castillos de cartas, que no calientan por las noches, que no acompañan en las derrotas ni comparten las burdas imitaciones de la felicidad.
    El día que dejemos de dudar va a ser el día que dejemos de vivir...

    (?) don't ask!!

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