miércoles, 11 de agosto de 2010


Hoy tiré viejas hojas, esas que hablaban del pasado. Terminé de escribir con el último aliento a las tres, quedan en la mesa las sonrisas que dejaste una vez al despertar. Hoy las dulces palabras que faltan están en mi pecho, susurrándole al alma la calma que debe tener. Suben en las sábanas caricias que hoy tendrán que esperar la piel que ama y no estás. Hoy me tiro en la cama y atrapo el amor en mi almohada, sólo espero encontrarla de nuevo en el sueño de hoy, mirando esos ojos como brillan dentro mío, listos para amar,
para amar.


Que te puedo decir, que los pies se deslizan por sí solos, SÍ es cierto,
que quiero hundirme en el rincón más profundo de tú alma y quedarme ahí bien acurrucada.
La vida no apesta, pero haya algo que larga olor a podrido y me molesta,
quizás sean esas hojas viejas que olvide de tirar,
o quizás sea el telefóno que no para de sonar.
MALA semana sí que las hay pero como está hace tiempo que no me visitaban,
Ojalá mañana el JUEVES me traté un poco mejor, ojalá que el JUEVES me abrace solo una vez.


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