viernes, 24 de febrero de 2012

A la rueda-. [como siempre]


No quiero caer, sin embargo llega ese punto máximo de la inseguridad dónde te tiemblan los párpados y no querés más... No tenés fuerza ni mucho menos voluntad. Gritar, saltar, salir, vivir quiero, tengo ese miedo agónico que me nutre cada poro, tengo ese escalofrío de solo pensar que puede pasar sí caigo, sí no cumplo con promesas, sí mis nudos se atan cada vez más hasta unirme eternamente a eso, un cuerpo, una forma...
¡Qué cobarde! Y lo peor es lo que me pesa tanto la mirada del otro, me pesa tener que pensar que piensa el otro, es un estúpido juego de palabras que me enriedan y me hacen tropezar, caer, rasparme las rodillas. No quiero que se convierta en mi santuario, no quiero verme comer frente a espejos para sentir lo siguiente, no quiero tener que buscar 4 días antes que ponerme para poder sobreVIVIR A MI. No se cómo hacer, no se cómo hablar... quiero estar en ésta habitación hasta que algo me cubra, hasta que decida que estoy lista. Sin embargo tengo la vieja costumbre de sobrellevar la situación sentirme fuerte y salir, no basta con días de ayuno, no basta con sobres de hileret y lágrimas, ya no puedo, eso fui venciendo de a poco, eso fui desarmando. Sólo me queda el encierro, el cansancio de la fuerza hecha, las lágrimas de no poder mas... pero jamás la culpa. Culpa, eso NUNCA!

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