miércoles, 12 de junio de 2013

Doce siempre Junio

No te quiero escribir tampoco te quiero llamar, pero sin embargo en la sociedad se creó la culpa, y la culpa está en mí. Entonces entro a la duda de que si e o no un sentimiento limpio esto de escribir, o si algo me obliga  hacerlo.
Me quiero borrar el lunar de la nariz, no sólo porque odio los lunares, sino porque también lo tenés vos, odio empezar a verme tan igual a vos, que los ojos, que las manos, que los pies, que la risa… ¿Por qué la risa? Si ella es la que me anima, es la que me dice que estoy viva, hasta creo llorar como vos, pero ya no lo sé. No sé qué es lo que más me molesta de vos, ni lo que me lleva a llorar si me acuerdo de algo, quiero respuestas, pero sé que por más que las tenga no voy a hacer nada a futuro con ellas y sé que no me van a  conformar.

Día normal, haciendo terapia para sanar, día que no me arrepiento de no hablarte más, día que me cuestiono si está bien o está mal, y una voz me dice que sigas, que es uno el que importa, sin embargo esta el temor a la culpa, cuantas terapias más para sobrellevarla.
Faltando dos horas para culminar este doce agradezco mi presente, sin tu presencia tengo esto, y hoy lo veo bueno.-

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