miércoles, 6 de septiembre de 2017

Caras y caretas

Podría de hablar del suceso del divorcio, pero vos tenes la magia de que eso quede en segundo plano. Apareciste para que te solucionara lo administrativo, me preguntaste por las deudas y quién pago cuál o qué cosa.
Eras las 23:39, cuando te conteste los tres audios, de 44, 33 y 16 segundos. -dale, abrazo- No me salió nada más, todo sumamente irritante por lo que me dijiste, siempre tan hiriente. No quería humo, no me lo bancaba y menos el humo del sábado, pero esta bien. YO te metí al frezzer, si supieras que cuando se quiere de verdad se busca la forma, te sorprenderías de saber quién de la nada se la jugó y casi nos infartamos todos.
Te cansó la situación, y por primera vez nos cansó a los dos. Quizás sea el momento, ya nos pasamos dos meses de esta gestación de ir y venir. No somos funcionales, por más que lo intentemos, el entorno, las historias, todo muy engorroso.
Me agarro al cansancio, lo intentamos o nos engañamos que lo hicimos. Quizás solos entendamos como es en realidad, que es lo que hubiese sido bueno y que es lo que no. 
Las cosas que queremos diferentes, mis inseguridades y tu constante control que se te escapa de las manos. Cambias de estado, la careta no te queda bien, no se cuando te percatas de ello, pero sos vos el que cambia de estado constante, por algo la máscara, por algo tanto teatro. Que difícil, pero no es imposible. Eso sí que no te moleste tanta lindura suelta.

-La despedida fue mutua, quizas así la hagamos real.-

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