domingo, 3 de septiembre de 2017

Hasta los treinta

La primer promesa y la más fuerte.
La primer promesa y la que quiero cumplir.
La primer promesa y la que no recordas.
La primer promesa y la que voy llevando a cabo.



-Era verano-
Hacia calor, ese calor que nos pegoteaba más. Esta vez ni tú cama ni la mía eran testigos de la promesa. Al margen de todo eso, tengo la imagen de caminar hasta la vuelta de casa y subirme a tú auto como si nada, como si fuese moneda corriente, como todo lo que se fue dando, desde los entretiempos de los partidos hasta finalizar el segundo tiempo como mis idas a quien sabe dónde por un rato. 

Hasta que cumpla treinta.
Teníamos vencimiento, queramos o no. Nos convenía no involucrarnos. No nos salió. Anoche con tú silencio me demostraste que todo sigue tan llano como hace meses atrás. Las excusas boludas, mi irritación rápida... Todo para percatarme que no merecía eso, ni vos a mi. (Sí un poco me la estoy creyendo, gracias)

Yo se dónde tengo gamas de estar, también se como y con quién.
Por eso recordé el vencimiento, por eso es mejor no consumir más el producto, nos puede caer mal.-

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