Terminas estando codo a codo.
No recordaba lo dulce de una caricia, tampoco sabía que mi
pelo tenía un aroma.
No pensé que algo nuevo pueda surgir y menos que cueste
tanto creerlo.
La sencillez y la calidez se disfrazan en vos, entre la
timidez y la dulzura todo lo haces más fácil.
No necesito remar nada, tampoco tener certezas. Un corazón
callado, otro ardiendo. Uno contagiando y abrazando, el otro esperando. El mío
esperando.
Paso lento y cautivador, paso seguro y digno. Paso, tú paso.
Sos el que hizo un parate y cambió de rumbo, soy la que se siente culpable y
hoy no tiene rumbo alguno. Sos el que planea todo y soy la que a
veces ingresa en un bucle y pierde señal.
Hoy descansé en vos, dejé llevarme por lo que realmente
quería hacer, me sentí en un -Barrio Chino-, al sol comienzo sushi. Hoy me
vacié de prejuicios, quizás allá sido el lugar previo dónde estuve o
simplemente fue el momento.
Olvido que estuve rota alguna vez cuando jugas con mi pelo,
olvido que tuvimos un pasado cuando escucho tú -te quiero- Me pierdo en el
tiempo cuando se entrelazan los dedos, me gusta saberte ahí conmigo, me gusta
que no te percates cuando te miro como aquella primera vez. Me altera bastante
cuando me decís cosas lindas aunque me las creo, me las creo porque con vos es
fácil hacerlo.
Quisiera más días así, con la paz que trasmitis desde el día
uno, así, en aquella esquina con el sol de frente.
Tengo la pelota de mi lado, ya se tú respuesta.-
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