De alguna semana de este año, de esa semana que todo olía bien.-
Las risas se me desvanecían, me derretían como cada una de tus pavadas sin sentido. Me eliminabas los días nublados, y tus abrazos... Dios sabrá porque no hay iguales a ellos. Te empecé a extrañar estando junto a mi. Medía todo lo que nos estaba pasando, vos odiabas mi mirada perdida y yo no podía evitar proyectar un futuro no tan lejano. Me dejaste en claro tantas veces ''lo espontáneo que sos'' que me quedó claro. Esperé las iniciativas, acepté los silencios prolongados, simplifiqué mis celos de enferma mental y me los comí por dos semanas, dos, solo dos. Cedí mis ganas de proyectar, cedí mis miedos para que vos me los cuidaras. No funcionó. No pudimos.
Me dijeron que me tome un tiempo para mi, lo que no saben es que lo intenté pero mi tiempo lo quería con vos. Claro que no lo sabían, porque no hablo, no digo, no opino. Un de los dos debía dar el paso, correrse. Pensar que lo mejor era que cada uno planease lo que le saliese, aunque sea con errores, con energías puestas en vano. Nunca escuché a los otros, jamás me creíste. Nunca me dejé llevar, solo sentí. Sentí tan fuerte que me gasté. Sentí tanto que me dolí. No digo que vos no lo hayas hecho, pero siempre tan inmerso en los otros... Estábamos -A destiempo- simulando que nos salía ser pareja y no podíamos ni congeniar vestimentas.
No te escondo, no decidí esconderte nunca, me escondía yo que era distinto. la exposición no es lo mio, y te paso a contar que desde hace un tiempo siento carteles luminosos en mi cabeza. No tuvimos las agallas para poder encontrarle la vuelta, quizás las ganas si pero no bastaron.
Te extraño, te extraño de ese día. Es una expresión rara, porque no suelo extrañar a la persona sino a la actividad que podría realizar con ella, pero una vez más hasta esto es diferente... Te extraño a vos, tú olor, tú baba en demasía, tus manos torpes y que camines desfilando. Extraño los brazos enormes, que te quejes por todo, quejarme por todo con vos. Extraño poder decir lo que quiero y que me escuches. Te nombran y me cortan por dentro, el cáncer me hace una fiesta adentro cantándome canciones de cuna para que todo pase.
No te buscaré más, te dije que te iba a dejar en paz, que no iba a interferir y lo haré. Te voy a desear todo lo más lindo y lo mejor, a vos y a tú nariz que es la que va a extrañar mis besos.
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