domingo, 28 de marzo de 2010




Sos la persona que me dio alas para volar, la que quise que me amara sin pensar en el atrás. Me hiciste caminar ciegamente por el mar, creer que no te ibas cuando se que no estarás. Amarte es una bendición que Dios puso a mis pies, se que no te tengo y que jamás te tendré. Desearía un milagro para que estés a mi lado pero todo suena en vano. No puedo retenerte, se que te irás un día y no volverás, se que escucharé tus historias por detrás. No es justo amar. Pero lo que se, es que si se trata de perderte, de alejarse, de marcharse está vez no hay vuelta atrás.

(Feb. 2006)

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