miércoles, 25 de mayo de 2016

En la piel.-

Desde que soy chica me sigue la frase. 
Una frase que entendí, que renegué pero que siempre quise llevar en la piel. Una frase que no me ata, al contrario me libera de sentir, de saber que puedo partir, sin embargo... Sin embargo, pesa un significado, “un verbo, un pronombre personal y una negación.” 

[Siempre la negación]


Si es cierto que la historia es triste, sí es cierto que ella quedó destrozada, pero conserva su herbario, conserva los miles de recuerdos, y esas sonrisas como si fuesen soles en los días siguientes. Como yo, que guardo en miles de hojas mis historias, mis párrafos más perdidos, las ideas más catastróficas o aquellos sueños que no fueron.
Tengo aquella sensación de la primera vez que leí el cuento, estaba en mi cuarto, (el altillo, en ese momento) sentada, apoyada sobre la cama, siempre tuve esa debilidad por terminar las historias lo más rápido posible, y esta no fue la excepción. Siento al tacto las hojas rugosas, puedo escuchar como pasaban las hojas rápidamente, hasta leer ese título… Lloré, obvio que lloré cuando terminó la historia, me dolió con solo 11 años. Sabía lo que era perder a alguien, no necesitaba estar metros bajo tierra, hay una manera más dolorosa de perder a alguien: es la distancia, es el silencio, es el abandono mismo que hace que uno crea que el otro ya no está, que no lo estuvo.


Obviamente, pasó el tiempo, escribí la frase tantas veces como pude, se la presté a personas impensadas (no me arrepiento), quizás hoy si leerían esto, o vieran mi pie sonreirían o no, o quizá recuerden lo loca y desquiciada que estaba por escribir lo que sea con la frase. No me fue suficiente en un papel, ni en un pizarrón, ni en las paredes de mi pieza.

V e r g i s s  m e i n  n i c h t, me cierra de todos lados, es del miedo más profundo del estar sola, es de la sentencia del no amor, es el cuento no leído y el abrazo no dado, y lo mejor, porque siempre hay algo mejor, es el ruego para que la frase se cumpla, como si lo dijera en un susurro.


Mantengo la cabeza fría y en alto, la mirada en un punto de llegada, que al llegar elegiré otro al azar, estoy cansada, me duele la espalda, pero la frase en mi está y para todos lados, por mi elección, me va a acompañar.-

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