domingo, 4 de junio de 2017

Marzo 17

Me acordé porque dolió.

La casa está fría, hay un eco inmenso por causa de tanto vacío. Hay cajas por acá y más allá. Te tropezás cada vez que venis, pero no te quejas. Ves todo un quilombo pero no te molesta. ¿Cómo te va a molestar si es mi casa? Sólo estás de paso, no quiero hacer más planes de los que ya tengo en mente. No quiero que seas mi salvavidas, te usaré como mi tabla de telgopor hasta que resista, resista sin vos(no se cuánto me lleve)
Las cajas me molestan, me hacen sentir que me estoy yendo, sí me estoy yendo. Ya lo sé. El eco que resuena acá me hace sentir mas acompañada. Es como si estuvieras, no te quiero decir que sos un eco pero sos el mismo silencio. Lo último que guardé son las fotos y las tazas. Las tazas de cada lugar, de cada recuerdo, son como reliquias de cada capricho. Miento, lo último que guardé era todo lo que te iba a dejar, me arrepentí de mi bondad... 

Sirius está orinando en cada rincón, si bien ya no espera atrás de la puerta cada vez que escucha el ascensor está dejando su huella para los próximos inquilinos. No llora, creo que dejó de llorar cuando yo dejé de hacerlo. Mittens está igual que siempre, todo le importa un carajo, como a vos imagino. 

El silencio hace que no quiera llorar, Silvia me escribe y me pregunta si necesito algo, por eso me encierro en el baño para que me deje en paz. Aunque quisiera entrar en su casa y llorar con ella, con alguien. Llevo cuarenta y siete días de hacer lo que no debo hacer, pero sin embargo otra cosa no me sale, es la única manera de sentirme viva, es la única manera que siento que estoy rescatando un poco de lo que soy. Faltan días para salir de acá no se si es la decisión correcta, no se sí esta bien o no hacerlo en silencio, me escudo pensando que todo el silencio que ahora tengo me lo diste vos a lo largo de estos nueve años. (Marzo '17)



-Lo leo y lo releo, pasaron demasiadas semanas, es como si te hablara, como si te contara que desde acá el silencio me esta consumiendo. No  pude molestarte a tiempo, no supe retenerte,  no quise, ni quiero. El jueves tenía las manos heladas, y me crucé de brazos y las puse justo como yo te las ponía cuando caminábamos, comencé a llorar en pleno Mataderos, hacía demasiado frío para hacerlo eso me convenció que no era ni el lugar ni el momento. No se como es el invierno sin caricias, no se como es estar encerrada en casa viendo una serie sin poder molestarte. Aprendí a dormir sola, o al menos no extraño tanto que estés en ese momento a mi lado, supongo que es un gran paso. El más grande.
 En tres meses cumplo años, no quiero pensarlo. Me están rodeando las festividades, puedo nombrarte más veces, usar mi humor negro delante de personas que no corresponde, pensar en voz alta, ir a lugares  que lastiman pero no les huyo... excepto cuando veo gitanos, ahí te necesito... Ahí recuerdo que me dejaste sola, que no me elegiste, intentó no cuestionarme de más pero es imposible.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario